Pantallas lámparas de color
Cuando acometemos la compra de pantallas lámparas de color, una de las primeras cuestiones que nos planteamos es de qué color la queremos.
Y no es pregunta baladí porque en gran medida los colores de la pantalla van a marcar con el resto de la decoración de la estancia donde se ubique.
Pero también de la sensación que vayamos a tener de ese momento en adelante cada vez que entremos en ese lugar.
Porque los colores tienen un poder emocional muy fuerte y son capaces de producir sensaciones calmantes o energizantes.
Una de las apuestas más seguras a la hora de seleccionar colores para una pantalla es apostar por los neutros. Si ojeamos catálogos o revistas de decoración, son estos los tonos que con más frecuencia mandan. Y los que más nos gustan.
Ventajas de las pantallas de tonos blancos
Para empezar, se consigue eso tan ansiado por muchos que es una “decoración atemporal que no cansa y que no pasa de moda”.
Claro que lo primero que debemos saber es a qué nos referimos cuando hablamos de colores neutros: “tierra, grises, beige o blancos; tonos que crean una base sosegada en la que se pueden introducir pinceladas de colores o estampados más vibrantes dando lugar a ambientes equilibrados”.
Un buen ejemplo lo dan, como sucede a menudo con esta pantalla de lampara en lino blanco “cualquier rincón en un ambiente cálido y acogedor”.
O también las pantallas de lámparas modernas, siempre actuales y a la última.
Has de tener en cuenta que no todos los neutros consiguen el mismo efecto. Si te tiran los claros y el blanco, “será una lampará elegante, luminosa y perfecta para el descanso”. Vamos que es la apuesta más segura para las lamparas de los dormitorios, sobre todo el principal.
“Sin embargo, una lámpara vestida con una pantalla en tonos neutros oscuros, conseguirá transmitir más personalidad y contraste. Y al mismo tiempo resultará sofisticada y atemporal”. En definitiva, es la opción más adecuada para las zonas comunes de la casa: el salón, el vestíbulo el comedor…